El Fracking: Dentro de modelo energético de Colombia
Introducción:
El desarrollo económico de un país está determinado
por su demanda de energía. Actualmente, ésta se utiliza en forma de
electricidad, así como en el transporte y la producción industrial. Sin
embargo, la principal fuente de energía proviene de la combustión de recursos
naturales tales como el carbón, el gas y el petróleo, recursos que son
limitados y cuya combustión se ha comprobado tiene un impacto negativo sobre el
medio ambiente. (Barreto Nieto & Campo Robledo, 2012).
Para la
extracción de estos recursos no renovables se emplean diversos métodos que
comienzan con el proceso de exploración, en el cual se usa de la tecnología
para encontrar y acceder a yacimientos nuevos de los cuales posteriormente se
obtendrán los combustibles fósiles que serán transportados para su posterior
procesamiento.
Este trabajo se
enfocará particularmente en el modelo de exploración conocido como fracking, o
extracción de gas y petróleo mediante fractura hidráulica, consistente en la inyección de una composición de agua con
aditivos químicos y arena a elevadas presiones dentro de pozos previamente
excavados con el fin de lograr que las rocas se fracturen, liberando los
hidrocarburos que contienen, que luego se almacenan a través de sistemas de bombeo
para su posterior extracción y distribución.(Estrada et al., 2017)
El fracking suele cambiar las características físicas,
químicas y biológicas del entorno alrededor de los pozos en donde se practica,
debido a que genera sismos que se localizan dentro de la magnitud 3 y 4 en la
escala de Richter. El principal aspecto a tener en cuenta es el recurso
hídrico, debido a que se utiliza grandes volúmenes de agua que afecta al
abastecimiento en regiones donde su oferta es limitada, además, los fluidos de
fracturación hidráulica contienen una mezcla de aditivos orgánicos e inorgánicos
que pueden afectar al ecosistema de la zona. (Vergel, M., & Becerra, L. 2020).
En Colombia, una de las principales actividades
económicas consiste en la extracción y comercialización de hidrocarburos que se
obtienen de los diferentes yacimientos existentes en el territorio. Ante la
expectativa del agotamiento de los recursos energéticos, se hace necesaria la
exploración para identificar nuevos yacimientos para la explotación. Sin
embargo, El impacto ambiental de técnicas como el fracking genera polémica
debido a que afectan negativamente al medio ambiente y a los habitantes de los
municipios donde se practican estas actividades.
A partir de aquí surge una polémica en donde por un
lado están quienes argumentan que el fracking es una actividad necesaria para
promover la economía nacional, mientras que por el otro lado están quienes se
ven afectados por las consecuencias a la salud y al medio ambiente que genera
este tipo de práctica, así como quienes los defienden.
Países
como Canadá, Estados
unidos, China y Argentina producen actualmente shale gas y shale oil ,
siendo lideres en esta
controversial tecnología, esto
lo han justificado
desde la mirada de
la seguridad energética con ello
han mejorando su sistema de comercialización y estimando un incremento
exponencial que podría llevarlos al autoabastecimiento en el mediano plazo,
gracias a la combinación del fracking y los métodos de producción
convencionales.
Entre algunos de los países que muestran su intención
de trabajar comercialmente con el proceso de fractura hidráulica se encuentran:
Argelia, Australia, Colombia, México y Rusia.
( Geoinnova, A. (2016).
El modelo energético en Colombia está representado por
la sexta matriz más limpia del mundo en el cual el 68% de la capacidad instalada
es de fuentes renovables de energía, principalmente fuentes hidráulicas,
alrededor del 30% corresponde a generación térmica (13.3% con gas natural, 7,8%
con combustibles líquidos y 9,5% con carbón) y alrededor del 1% con fuentes no
convencionales de energía renovable las cuales incluyen eólica, solar y
biomasa.
El 30% de la capacidad que corresponde a térmica se
encuentra suministrando energía a los departamentos de la Costa Caribe. De aquí
que surge la necesidad de contar con suministros de hidrocarburos fósiles que
garanticen el funcionamiento de las centrales eléctricas. Siendo este uno de
los principales argumentos utilizados por quienes promueven la implementación
del fracking. (Acolgen. 2022).
Actualmente la polémica ha ganado relevancia debido a
la nueva corriente de pensamiento que surge con el actual gobierno, que afirma no estar a favor de la
implementación del fracking, y que además anunció que suspendería todos los
nuevos contratos de exploración del suelo. Esto ha puesto a debatir a expertos
en diferentes materias como economía, energía, medio ambiente y derechos
humanos Para encontrar una respuesta a la pregunta de si es factible (y
necesaria) una transición hacia un nuevo modelo energético enfocado
principalmente en la implementación de energías provenientes de fuentes
renovables.
Angel, A. (2022). Realizó un análisis de diversas
textos publicados entre 2012 y 2020 por diferentes organizaciones colombianas,
en los que se argumentan sobre la sostenibilidad de la práctica del
fracking . Durante más de diez
años diferentes organizaciones en Colombia han discutido las ventajas y
desventajas de implementar procesos de fracturación hidráulica (fracking) como una forma de incrementar la producción y
exportación de petróleo y gas natural.
La implementación del nuevo modelo energético se
proyecta en un periodo de transición de entre 10 y 20 años, entre otras cosas,
con el objetivo de reducir el impacto ambiental que genera la quema de
combustibles fósiles y explorar otras fronteras económicas enfocadas
principalmente en la agricultura y la industria. Desafortunadamente, existen en
el gobierno detractores de este Proyecto que argumentan que no es posible
reemplazar los ingresos económicos provenientes de la industria petrolera en Colombia
con las alternativas propuestas, e insisten en conservar el modelo energético
actual a pesar de su impacto negativo hacia el medio ambiente y la salud de las
personas.(UPME, 2015)
Teniendo en cuenta que la alta dependencia del ser
humano de la energía para las actividades diarias deriva en el consumo de
combustibles fósiles que afectan el medio ambiente, se hace necesario tener en
cuenta las afirmaciones de los científicos quienes advierten que para
desacelerar el cambio climático se necesita implementar cambios humanos,
institucionales y tecnológicos. Mientras que por el otro lado también es
importante el estudio y la exploración de modelos de negocio internacional que
garanticen una economía saludable para el país.
Considerando las consecuencias que provienen de la
práctica del fracking, así como las necesidades económicas y energéticas de
Colombia, es importante establecer un debate donde se pueda equilibrar la
relación costo beneficio de esta actividad. Ésta se puede considerar como una
práctica temporal que irá viéndose reducida conforme pasa el tiempo y nuevas
tecnologías de generación sostenible son implementadas.
Mal haría el país si
decide prohibir esta
técnica de extracción no
convencional, cuando tiene una fuerte
dependencia de los
combustibles fósiles para el transporte, lo que se debe hacer es
aplicar las mejores prácticas
internacionales que garanticen la
productividad y bajos impactos
ambientales.
A pesar de que la industria energética se ve
enfrentada a un desafío causado por la dependencia internacional al uso de los
combustibles fósiles, existe la posibilidad de alcanzar una transición
energética que permita consolidar un nuevo modelo que sea más amigable con el
medio ambiente.
De esta manera, el fracking se convierte una actividad
que está condenada a desaparecer con el tiempo, reemplazada por tecnologías orientadas
al suministro de energía de una manera más amigable con el medio ambiente.
Sin embargo, esto solamente será posible si la
dirección del país se pone de acuerdo para diseñar un plan de desarrollo
enfocado en la búsqueda de nuevos modelos comerciales e industriales que tengan
un impacto en el crecimiento económico del país, así como en la implementación
de nuevas tecnologías que permitan la modernización de sectores como la
agricultura y la industria. Todo esto mientras implementan diferentes fuentes
de generación energética renovables disponibles en diferentes sectores de
Colombia.
Bibliografía
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Barreto Nieto, C. A., & Campo
Robledo, J. (2012). Relación a largo plazo entre consumo de energía y PIB en
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